Lo resumimos aquí:
Hay dos tipos, degeneración macular seca y degeneración
macular húmeda. Esta última causa el 90% de la pérdida de visión. Los vasos sanguíneos se dilatan y deforman la mácula y la retina.
En este último caso el tratamiento (entendemos que sólo para frenar
su avance) implica inyectar un medicamento en el ojo, como se ve en la diapositiva 8.
También se puede tratar con laser.
En algunos casos se puede implantar un micro-telescopio como se ve en la diapositiva 10 para compensar la pérdida de visión.
La tecnología puede ayudar. Por ejemplo se puede poner un mini-telescopio en las
gafas. Se puede convertir texto escrito en voz y si la persona no ve puede oír. Se puede, mediante una cámara y un televisor u
ordenador, agrandar mucho lo que se intenta ver.
La degeneración macular no se cura. Para prevenirla hay que
llevar una vida sana, no fumar, hacer ejercicio, alimentación sana, controlar la tensión
sanguínea y el colesterol, etc.
Una vez se tiene hay que buscar apoyo emocional, en personas
próximas y en profesionales.
Se está investigando para encontrar mejores soluciones.